
Hace apenas un año mucha gente se reunía por primera vez en respuesta a la llamada del profesorado del IES Marratxí y de los miembros de la Sociedad Balear de Matemáticas. Cientos de personas se congregaron en torno a estas torres de defensa que delimitan nuestro territorio, con la intención de volver a darles vida tras siglos de inactividad.
El Ayuntamiento de Binissalem ha querido sumarse a esta iniciativa mostrando su voluntad de enaltecer la importancia de estas fortificaciones que han sido tan importantes para nuestra defensa y seguridad durante siglos.
Este, sin embargo, no era el único objetivo de esta iniciativa simbólica, sino que se acompañó de una serie de reivindicaciones: la primera, histórica, para recordar la figura del manacorí Joan Binimelis -que fue quien ideó el sistema de señales de la que forman parte las torres-; la segunda, patrimonial, como un toque de alerta sobre la situación de degradación en que se encuentran algunos de estos elementos arquitectónicos, y la tercera, humanitaria, para reclamar, también, atención sobre las condiciones inhumanas y de privación de derechos a que se ven sometidos miles de seres humanos que protagonizan lo que hemos conocido como crisis de los refugiados.
La convocatoria la ha encabezado este fin de semana el Consell de Mallorca, con el apoyo y la colaboración del Fondo Mallorquín de Solidaridad y de Amnistía Internacional, para reiterar su compromiso en la defensa del patrimonio histórico y del carácter universal e inalienable de los derechos humanos.
Las campanas del campanario de nuestro pueblo repicaron por esta causa el pasado sábado día 13 de enero a las 13h. y a las 18.15h.