
La generación de residuos es una de las causas que contribuyen al cambio climático, la contaminación del aire, de la tierra y el agua. Y en las Islas Baleares ha crecido un 21,5% respecto al año 2010. En 2018 se recogieron, de media, 2.376 toneladas de basuras municipales al día. Es decir, 867.234 toneladas de residuos fueron mayoritariamente incinerados o depositados en vertederos en tan sólo un año. Toda esta cantidad de basura nos convierte en la comunidad autónoma española que más residuos genera por habitante (573 kg anuales).
En las anteriores cifras también hay que añadir los residuos abandonados en el entorno y los que se filtran por la red de alcantarillado que, principalmente, están contaminando el mar y los seres vivos que la habitan. Hoy, uno de cada seis peces que se comercializan y que habitan las Islas Baleares contiene microplásticos en su estómago. Por otra parte, Naciones Unidas advierte que, si no se produce un cambio radical en el modelo de consumo actual, en 2050 habrá más plásticos que peces en el mar.
Las nuevas obligaciones de la Ley 8/2019 de residuos y suelos contaminados son la respuesta a estos problemas. Un conjunto de medidas pioneras en toda Europa que, entre otros, plantean cambios relevantes en la gestión de los residuos, restricciones de productos de plástico de un solo uso y el fomento del compostaje o la preparación para reutilización, para minimizar el impacto de los residuos sobre el medio ambiente y promover una economía circular en las Islas Baleares.
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